¿Sabías que
Menorca es Reserva de la Biosfera desde 1993? Si piensas recorrer sucosta a pie, en bici o con coche, te
explicamos por qué esta distinción que otorga la UNESCO es tan
importante. Así, entenderás la riqueza de esta pequeña gran isla
en medio del Mediterráneo.
Una isla diseñada por el viento
La forma y la
diversidad biológica de Menorca viene determinada por ser la más
lluviosa y la más influenciada por el viento de todas las Islas
Baleares. Además, es también la más septentrional y oriental.
Geológicamente hablando, podemos diferenciar el territorio menorquín
en dos grandes partes. La zona del norte se llama Tramuntana. Su
costa es abrupta y sus playas tienen tonos más rojizos y oscuros.
Disfrutarás recorriendo el salvaje litoral en tu coche de alquiler.
La zona sur, llamada
Migjorn, está llena de barrancos de piedra caliza y su costa es algo
menos accidentada y cuenta con largas playas de arena blanca.
Pequeño paraíso
Existe la idea
errónea de que Menorca, puesto que es pequeña, no ofrece demasiada
variedad medioambiental. Pero precisamente uno de los motivos por los
que fue reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO es su
gran riqueza paisajística, de flora y de fauna. Así como su
patrimonio cultural y arqueológico, plagado de restos de la cultura
talayótica. ¡Y es que Menorca es todo un paraíso que tiene mucho
que ofrecer!
Además, la isla ha
sabido conservar su riqueza natural al explotar de forma controlada
sus recursos sin dejar de velar por la preservación del patrimonio.
A diferencia del resto de islas de las Baleares, Menorca no se sumó
al boom turístico hasta finales de los años 70.
Si a todos nos gusta
disfrutar de Menorca, debemos ser conscientes de la importancia de
mantenerla como está para que las generaciones futuras puedan
también disfrutarla.
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